¡¡¡ESPÍTITU SANTO, VEN !!!
¡¡¡ EL RUAH HA LLEGADO !!!
¡ Soltemos amarras!
El fin de la barca no es estar amarrada al puerto. La barca siempre ha de estar en movimiento, si no, no es productiva ni estética. No cumple su cometido.
La barca ya es construida para el remanso y bravura del mar. El mar no es agresivo ni manso, sigue su curso natural. La naturaleza tiene su propia vida. Es verdad que el ser humano a veces la altera o no sabe convivir con ella. Al fin y al cabo exige su espacio pues le pertenece.
Del mismo modo los seres humanos hemos de tener nuestro espacio en el universo de la vida. En la sociedad que a cada uno le toca vivir. Al igual que la mar, muchos son maltratados por sus iguales.
El maltrato engloba todo aquello que no hace iguales a las personas. De ahí la rebeldía y el descontento de tantos.
La misión de la barca no es salvarse del hundimiento, sino cumplir con su cometido, y en esa medida, es estética. Precisamente la estética y esbeltez de la barca, está en esos zarandeos de las aguas en movimiento. ¡Cuantas veces al verla así decimos, está de postal y le sacamos una foto!
Soltar amarras para que la barca cumpla con su cometido.
Así de amarrada, es mas, así de varada estaba la barca de Cristo. Quieta, parada y con miedo. Con unos tripulantes sin carta de navegación.
Parecía, según ellos acogida a buen puerto. Juntos y en piña se acogían los unos a los otros.
No se construye la barca para estar amarrada sino para navegar.
Tuvo que llegar un fuerte viento que formando un gran remolino rompió las amarras para que la barca saliera a su cometido. Desconcertados sus tripulantes ya no les quedó mas remedio que bregar y bregar y bregar.
El Ruah ha llegado. Sí, ha llegado para romper amarras y zarandear la barca en calma.
El Espíritu Santo es quien agita las aguas de un mar en calma.
Ya sabemos las consecuencias de las aguas calmas y paradas.
Él es quien pone a prueba esa barca construida y diseñada por el gran proyectista e ingeniero que es Cristo.
Una barca construida para servicio de la humanidad. Una barca para pesca de altura y bajura. Sus aparejos no son estándar, se adaptan a todo tipo de peces. Porque cada persona ha de tener en ella su propio alimento. Así como su propio transporte.
Y por qué, no poder disfrutarla como travesía de placer. La barca de Cristo está para poder ser maltratada a favor de los que la necesitan.
En la barca de Cristo todos tenemos cabida y de forma especial los maltratados, por su vulnerabilidad.
La barca de Cristo no puede ser una “patera”.
Es verdad que muchas veces parece que la utilizamos como tal. Por desgracia, en estos momentos que nos toca vivir, todos sabemos el significado de “patera”.
Cuando convertimos en patera la barca de Cristo, es cuando pierde su misión y su belleza. Es agredida y violentada. Es la consecuencia de tantos naufragios y vidas perdidas.
La Barca de Cristo, pierde su misión y rumbo cuando echa amarras o pone el piloto automático.
La Barca de Cristo, pierde su misión y rumbo cuando echa amarras o pone el piloto automático.
El Ruah, agita pero no destruye. Nos zarandea pero nos mantiene en equilibrio.
Iglesia, barca de Cristo, no dudes de quién te proyectó y te construyó. Abandónate en el Ruah (Espíritu) que agita tus aguas paradas y te zarandea para que no te duermas.
Iglesia, barca de Cristo, no tengas cuidado de ti. Deja que te cuide el que te pensó.
Iglesia, barca de Cristo, que tu bóveda sea el firmamento trono del Padre, y tus muros el océano para el que fuiste diseñada.
Iglesia, barca de Cristo, no quieras ser palabra, ser faro es tu misión.
Iglesia , barca de Cristo, no pongas excusas a tu esterilidad, sé fiel a tu Hacedor y las redes llenarás.
Ven, Espíritu Santo, ven. Tú eres ánimo en el desconsuelo. Seguridad en la duda. Respuesta a nuestras preguntas. Mano tendida en las pruebas. Centinela en nuestras aventuras. Ahuyentador de nuestros miedos. Tú, en todo, cercanía y protección. Tú, brújula en nuestros devaneos. Tú, complemento y forma del barro inacabado.
¡¡¡ Espiritu Santo, tan desconocido y no experimentado, por eso tampoco amado.!!!
¡¡¡Espíritu Santo , ven y no dejes de ventar. En tu barca seguiremos sin miedo a naufragar.!!!
¡¡¡ Aleluia, Aleluia , Aleluia !!!